Itinerario
Descripción
Llegamos a última hora de ayer a Christchurch, y poco más pudimos hacer que dar un paseo y cenar antes de acostarnos.
A pesar de pasarnos toda la noche despiertos a cuenta del cambio horario nos levantamos con mucha ilusión,... y con un pedazo jet lag.
Volvemos al aeropuerto, ahí nos ponemos en contacto con la empresa de alquiler de furgonetas, nos recojen y vamos a sus oficinas próximas a la terminal. Hacemos todo el papeleo y tras revisar el vehículo nos ponemos en marcha.
Si no teníamos suficiente con el dolor de cabeza y el vaiven, ahora toca conducir por la izquierda un vehículo con marchas automáticas que tiene el volante a la derecha. Debo reconocer que los primeros kilómetros fueron duros, pero el civismo de los conductores kiwi's ayudó a salir del entuerto.
Debíamos hacer la compra, cambiar dinero,... para cuando nos damos cuenta ya ha pasado la mañana. Arrancamos hacía el lago Tekapo, seguimos aclimatándonos a circular por el lado izquierdo, esa sensación de ir a dar el intermitente y activar el limpiaparabrisas (las palancas también están cambiadas), o la de ir a cambiar de marcha y golpear la ventanilla,... antes de llegar al lago paramos a comer.
El entorno gana en belleza al dejar atrás la SH1, nos reciben onduladas colinas repletas de caballos, vacas, llamas y sobre todo ovejas.
Al atardecer llegamos al lago Tekapo, un lago precioso de aguas cristalinas, sobre el que hay unos árboles de increibles colores, parece que estemos ante un lienzo.
Casi sin darnos cuenta nos alcanza la noche (es otoño) y vamos hasta el lago Pukaki para buscar un lugar de pernoctar.
Encontramos un aparcamiento de asfalto junto un centro de interpretación del salmón del lago Pukaki, al lado unos baños públicos muy bien mantenidos (una tónica en todo el país).
En la recámara
- Dejamos para otra ocasión el ascenso al Mt. John, en el lago Tekapo.
Para ver el resumen de nuestra estancia en Aotearoa, ir al índice.
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